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2. El anuncio nietzscheano de la “muerte de Dios”
2. El anuncio nietzscheano de la “muerte de Dios”

Con la expresión Dios ha muerto, Friedrich NIETZSCHE (1844-1900) anuncia mucho más que algún tipo de ateísmo; anuncia la muerte del mundo de las grandes verdades, de las ideas inmutables; anuncia la muerte de los ideales guiadores de la vida humana. Dios representa todo aquello que es suprasensible, representa el mundo platónico de las ideas, los idealismos, las grandes creencias o verdades que atraviesan toda la historia de Occidente. Ha muerto aquello que daba sentido a la vida apoyándose en un más allá; intuye que los más elevados ideales ya no impulsan las vidas de las personas, que el mundo suprasensible carece de fuerza operante.

Y con la muerte de Dios se derrumban los pilares de nuestra civilización. Dios ha muerto, no es que no existiera: era vivo cuando su idea una referencia básica que regía la vida de los humanos. Y matar Dios significa, metafóricamente, “beber el mar hasta el lecho”; es una acto tan grande cómo “despegar la tierra de su sol”.

a. ¿Qué dijo?

«¿Cómo hemos podido beber el mar hasta llegar a su lecho? ¿Quién nos dio la esponja que nos permite borrar ? ¿Qué hicimos cuando despegamos esta tierra de su sol?» GC


b. ¿Por qué lo dijo?

La muerte de Dios es equivalente a la muerte de todos los puntos de referencia.
La muerte de Dios es equivalente a la muerte de toda actividad racional crítica.
Porque constata que Dios ya no es el centro ni la fuerza rectora de la vida humana.
Porque los argumentos a favor de la existencia de Dios no son indiscutibles.

Girona, enero 2016   Comentarios, sugerencias, críticas,...   Llorenç Vallmajó Riera